Cuando todo estaba hecho. Cuando se había fabricado el partido desde el primer minuto, el Granada encajó un gol en el último minuto que fue un jarro de agua bien fría para jugadores y aficionados. Un Celta ya prácticamente salvado consiguió sacar un empate en el minuto 93 por medio de Bongonda. Para el Granada marcó Robert Ibáñez en el minuto 3.
El Granada, que podría haberse puesto a 1 punto de la salvación, dejo escapar una victoria que ya tenía en el bolsillo y que era clave y necesaria. Y no le pudo empezar mejor el partido a los locales, pues en el minuto 3 Robert cazaba un rechace y marcaba a placer. Se echó atrás el Granada y dejó jugar al equipo vigués, que no generó mucho peligro.
Pero un poco antes del descanso, Murillo vio 2 amarillas en 3 minutos y se fue expulsado (y también lesionado) dejando al Granada con 10 en un momento clave. Aguantó el equipo de Resino con la entrada de Mainz y de hecho se podría decir que hasta mejoró en el juego. Pese a todo el Celta seguía dominando el balón e intentando buscar huecos.
Tras 50 minutos aguantando con 1 menos, el Granada vio como en el minuto 93, a falta de 2 para acabar el partido, Bongonda conseguía batir a Roberto y conseguir empatar el partido. Un punto que no es malo para el Granada pero que pudieron ser 3, y 1 punto para el Celta que está muy cerca de cumplir con el objetivo de la salvación. Al final de temporada se verá si el Granada echará de menos estos puntos o si el Celta aspirará a algo más que la salvación.
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