Redactado por Aitor Bris (@aitorBP_09)
El Porto de Julen Lopetegui se enfrentaba en Do Dragao al todopoderoso Bayern München del técnico Pep Guardiola. Los bávaros llegaban a Portugal con serias bajas para afrontar el encuentro como son dos de sus innumerables estrellas Ribery y Robben.
El partido daba como favorito, a pesar de las bajas, al cuadro germano que contaba con jugadores de la talla de Lewandowski, Muller o la vuelta de Thiago a los céspeds de los campos europeos. Un Bayern que venia de destrozar al Shaktar Donetsk en Octavos por el escalofriante resultado de 7-0. El Oporto venía de arrollar también en casa al Basilea por 4-0.
El partido empezó como un camino rosas para los dragones que se encontraron en Neuer un aliado imprevisto al poco de empezar el partido. El cancerbero alemán derribó a un jugador blanquiazul y Velasco Carballo no dudó en señalar penalti. Un penalti que se encargaría de transformar el veterano Quaresma para hacer saltar la sorpresa en Do Dragao.
La euforia aumentaría para los dragones al llegar al minuto 10 de juego después de que Quaresma nuevamente enviase el balón al fondo de la red tras un fallo defensivo de la defensa muniquesa.
Reaccionaría rápido el cuadro de Guardiola gracias a Thiago que volvía a lo grande aprovechando un buen centro de Jeròme Boateng recortando así el encuentro a 2-1.
En el 35', el lateral pretendido por el Atlético de Madrid, Alex Sandro se abrió hueco y avanzó para enviar el balón al larguero de la portería de Neuer, perdonando el 3-1. Con 2-1 por tanto se llegaría al descanso en Do Dragao.
La segunda parte comenzaría con un Bayern dominando pero sin ideas para atacar. Y eso lo aprovechó el Porto que pronto dispuso del primer aviso del segundo tiempo en los pies de Hecto Herrera. No obstante Neuer estuvo atento para evitar el gol.
Un gol que no pudo evitar en la jugada siguiente. Alex Sandro le cedió el balón al killer Jackson Martinez que no perdonó sentenciando así el partido.
No se movió más el marcador. De cara a la vuelta el Porto irá con ventaja suficiente para defender 90 minutos pero con la contra de que el Bayern juega en casa y que probablemente recuperará jugadores que ayer no jugaron. De todas formas legitimación con esta victoria para un cuestionado Lopetegui que supo jugar a uno de los mejores equipo del mundo y que deja a los dragones a un paso de unas sonadas Semis.
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