sábado, 18 de abril de 2015

Levante 2-2 Espanyol: Aparece Casadesús para salvar al Levante

Redactado por Gerard Escribano (@gerarddealberic)


El Levante y el Espanyol empataron a 2 goles en el Ciutat de Valencia en un partido donde los granotas fueron bastante inferiores a los pericos, que supieron jugar ante el Levante y generaron el peligro suficiente para que el partido hubiera acabado con un marcador abultado, sin embargo, la suerte y Mariño en dos ocasiones concretas lo evitaron, un Mariño que realizó una actuación bastante repochable en los dos goles del equipo visitante.

Alineaciones (Valoración):

Levante: Mariño (5), Toño (7), Iván (6) (Rubén (7) Minuto 60), Juanfran (7), Vyntra (4), Camarasa (6), Simao (9) (Jose Mari (7) Minuto 60), Morales (5), El Zhar (6) (Casadesús (10) Minuto 74), Uche (6) y Barral (4).

Espanyol: Kiko Casilla (7), Duarte (6), Arbilla (7), Moreno (5), Álvaro (6), Álvarez (7), Lucas (8) (Mattioni (5) Minuto 84), Javi (7), Victor (7) (Montañés (7) Minuto 71), S García (9) y Caicedo (10) (Stuani (6) Minuto 61)

Goles:

0-1 Lucas Minuto 18
1-1 Simao (El Zhar) Minuto 21
1-2 Caicedo (Víctor) Minuto 45+1
2-2 Casadesús (Uche) Minuto 88

Amonestaciones:  El único amonestado del Levante fue Jose Mari. Por parte del Espanyol fueron amonestados Duarte, Javi López y Victor Márquez.

El primer tiempo fue mucho más equilibrado que el segundo. El Levante empezó envalentonado y achuchando bastante y tratando de tocar, generando bastante peligro por las bandas, un peligro que no lograban canalizar en goles debido a la poca participación de Barral que apenas se involucró en el juego.

El Espanyol, al contrario del Levante, salió con la cabeza fría y a la espera de una oportunidad para cazar a los granotas, y eso logró, cuando en el minuto 18 anotaron en la primera que tuvieron, con un remate flojísimo desde la frontal que Mariño blocó, pero blocó muy mal, dejándole el balón en los pies a Lucas, que tan solo tuvo que empujarla para colocar el primer tanto del partido.

El Ciutat se silenció con ese tanto de Lucas, sin embargo, dos minutos después, en un saque de esquina bastante riguroso, El Zhar lanzó un buen centro y Simao Mate, el mejor del Levante en la primera mitad y en el arranque de la segunda, apareció en carrera para cabecear el centro, metiendo el balón por la derecha de la portería de Kiko Casilla que no pudo hacer nada.

Continuó el juego ofensivo del Levante tras su gol, confiando en el balón parado, una de las mejores bazas de los granotas en esta temporada. El Levante quiso aprovechar la inercia del gol del empate pero no logró anotar ningún tanto en lo restante de la segunda mitad.


Y en el borde del descanso, con un minutos de descuento a causa de la lesión de Víctor Sánchez que afortunadamente se quedó en un susto, el propio Víctor le envió un balón al hueco al interior del área a Caicedo, que se adentró solo y batió a Mariño que no supo reaccionar. El ariete perico se detuvo nada más anotar el gol en señal de respeto y cariño hacia el Levante, el que fue su viejo club en 2010-11, un gesto que la grada agradecó y devolvió con un aplauso pese al tanto que acababa de anotar.

La segunda mitad empezó de una manera muy dispar a la primera. EL Levante era un alma en pena por el césped, y deambulaba por detrás del balón, con un Espanyol bien plantado y jugando a placer. La primera noticia destacable fue el cambio de Caicedo que aparentemente se lesionó. El atacante abandonó el césped por su propio pie acompañado de los servicios técnicos, con un sonoro aplauso de fondo que le dedicó la afición granota al ídolo de la temporada 2010-11.

El Espanyol tocó, tocó y tocó el esférico incluso después de la lesión de Caicedo, un hombre muy importante en la delantera perica, pero su peligro disminuyó considerablemente, y el partido se fue igualando poco a poco. El Levante le dió un susto en el minuto 80 al Espanyol cuando Barral envió un trallazo al larguero en una contra. Esta fue la única acción destacable del gaditano en este encuentro.



Y ocho minutos después del susto llegó el golpe, cuando Uche le dió un gran pase bombeado a Casadesús, que ante Kiko Casilla desde más allá del punto de penalti, no se puso nervioso y remató de primeras con una gran volea que entró por la esquina derecha de la portería, devolviendole así la vida a un Levante que aparentaba muerto, y que se lanzó a la ultraofensiva en los minutos finales sin ningún resultado apreciable, y por lo tanto, el partido finalizó con ese 2-2 en el marcador.

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