Nunca ganar una liga fue fácil, pero la competividad que existe este año en la Liga BBVA hace que el hecho de ganar a tu rival directo no sea suficiente, ya que hay otros partidos, como el que se disputó ayer, que son los que te pueden dar más de media liga, y eso es lo que sucedió, al partido no le faltó emoción, pero lo decantaron las estrellas, y en esa faceta, el Barça era superior.
El inicio de partido fue frenético, el Valencia tiene una contra de 4 contra 3 que desaprovecha Feghouli, y esa pérdida de balón origina el primer tanto del partido, obra de Luis Suárez tras una jugada fantástica de Messi, el uruguayo utilizó como recurso la puntera, lo que le sirvió para batir por debajo a Diego Alves, se adelantaba el Barça a los 50 segundos.
Y a partir de ese gol, el equipo de Luis Enrique desapareció, los errores del club catalán se sucedían uno tras otro, y el Valencia tuvo 6 ocasiones clarísimas, entre ellas un penalti fallado por Dani Parejo para igualar la contienda, la que no se iba fuera, daba en la madera, y en el caso de que el balón fuera entre los 3 palos, aparecía un espectacular Bravo que jugó un auténtico partidazo.
Aún así, el equipo local tuvo una última ocasión, ya cuando agonizaba la primera mitad, en la cual Messi incomprensiblemente mandaba el balón fuera cuando tenía toda la portería para marcar, y así se llegaba al descanso, los culés ganaban, pero el Valencia había jugado mucho mejor, y el premio que recibieron fue escaso, Luis Enrique no lo veía nada claro.
Tras el descanso ambos entrenadores hicieron sustituciones, Nuno hizo un cambio ofensivo al quitar a Orbán, que había sido la sorpresa en el once, y poner en el lateral izquierdo a Gayà, por su parte, Luis Enrique hizo un cambio más conservador al dar entrada a Rakitic por Adriano, acabando Mathieu en el lateral izquierdo, y Mascherano en el centro de la zaga.
Sin embargo el segundo tiempo apenas tuvo emoción, los ches empezaban a acusar el cansancio tras la presión tan alta que habían ejercido durante los primeros 45 minutos, y el Barça no tenía ninguna prisa por ir hacia arriba, aún así los visitantes tuvieron una última ocasión, esta vez en los pies de Rodrigo, que volvía a desbaratar Bravo con otra intervención de mérito.
Una vez el Valencia se había volcado a por el empate, Messi hizo el segundo para los suyos, tras un mano a mano con Diego Alves, que en primera instancia erró, pero pudo cazar el rechace y marcar a puerta vacía, tras este gol se acabó el partido, un partido que puede dar una liga, y que demuestra a la perfección que para soñar, hay que saber sufrir.
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