Redactado por Javier Jiménez (@MrStephCurry30)
No pintaba ser un partido sencillo para Golden State y desde luego, que así fue. Los Pelicans lo dieron todo pero Stephen Curry fue mucho para ellos. New Orleans sigue demostrando que son un equipo con bastante futuro en la NBA, y que puede poner en aprietos a muchos equipos de la liga, tal y como paso en la noche. Anthony Davis, como no, fue el más destacado de los de casa (29 puntos 11 rebotes y 3 tapones). El público del Smoothie King Center vivió una noche mágica, pero que acabó estancandose y acabando en una pesadilla, por mala suerte para ellos. Con la derrota, los Warriors se colocan 3-0 en una eliminatoria casi sentenciada. De los 112 partidos que iban con 3-0, en la historia de la NBA se han ganado los 112 y parece que los de Oakland no serán de menos.
Quintetos:
GSW--- Curry, Thompson, Barnes, Green, Bogut.
NOP--- Evans, Gordon, Pondexter, Davis, Asik.
El encuentro comenzó con un ritmo muy fuerte en ambas canastas. Davis conseguía la primera canasta del partido para los suyos con un tremendo movimiento en el poste, y el respetable se lo agradecía. Golden State respondía con un triple de Klay Thompson desde la esquina, y, más tarde, Eric Gordon hacía lo propio para los suyos. Stephen Curry iba a tardar poco en encencer la máquina ya que tras un par de jugadas iba a anotar un majestuoso triple para los Warriors. Jugada siguiente, el base hacía lo mismo. Curry y Klay eran un cuchillo para la defensa local, que instante a instante que pasaba el partido, se estaban poniendo por delante sin hacer mucho ruido. Ningún equipo era capaz de superar al otro, y eso nos llevó al 25-26 a favor de los Pelicans al final del primer periodo.
El segundo cuarto comenzó con New Orleans dominando absolutamente a los Warriors, que veían como se escapaban con un parcial a favor de los de casa de 9-0. Steve Kerr estuvo obligado a parar el crono para intentar refrescar a su equipo. Pero seguía siendo igual hasta llegar a tener un parcial de 13-0 para ellos, con continuas canastas de Norris Cole, que entraba como quería hacia la defensa de los de San Francisco. Todo esto se paró con un mate explosivo de Draymond Green, decidido a ir a por la remontada al ver que su equipo perdía por 14 puntos. Pero Golden State estaba muy fallón en este segundo periodo, y, aunque mejoraba un poco cada minuto que pasaba, no podían acercarse en el marcador. Así llegábamos al descanso con un 52-63 para los Pelicans.
El tercer cuarto comenzaba con un triple con algo de fortuna de Klay Thompson para los Warriors, que se ponían a 8. Parecía que Golden State volvería a ser quien ha sido toda la temporada pero no fue así. Los Pelicans querían sacar la primera victoria y lo intentaban dejando atrás a los visitantes con continuas canastas. Por otra parte, Curry intentaba ser el timón de los suyos, pero no estaba teniendo su día. Fallaba continuas canastas y estaba provocando pérdidas constantes. Anthony Davis seguía a lo suyo, que era destrozar la zona de los Warriors. El ala pívot de New Orleans estaba siendo mucho para Golden State que estaba viendo como el equipo rival se alejaban a incluso más de 20 puntos. Y así acababa el cuarto, con un 69-89 para los Pelicans.
Los últimos doce minutos comenzaban con una bandeja de Barbosa que ponía a su equipo a 18 de New Orleans, que se relajaba en exceso. El base brasileño de los Warriors conseguía en la jugada siguiente un triple para los suyos, que se acercaban poco a poco. Barbosa estaba siendo el mejor de su equipo en los primeros compases de encuentro, pues no era difícil debido al poco acierto de sus compañeros. Ryan Anderson conseguía dos increíbles "Fade away" seguidos, desatando así la locura en el pabellón de New Orleans. Steve Kerr pedía tiempo muerto para dar el último aliento a los suyos, con el fin de poder remontar el encuentro. Faltaban 5 minutos y el marcador estaba con un 90-103. Los Warriors intentaban tirar de casta, y dar todo para la remontada, pero era muy complicado. Poco a poco, se veía posible la remontada debido a los continuos fallos de los pupilos de Monty Williams, que se veía obligado a pedir tiempo muerto. Stephen Curry era incapaz de anotar, pero por fortuna su equipo capturaba los rebotes necesarios para acercarse en el marcador. Faltaba 1 minuto y Golden State estaba abajo por 4 puntos. Harrison Barnes fallaba el triple con el que su equipo se pudo haber puesto a 1, pero había falta en el rebote a Shaun Livingston, que no fallaba desde la línea de tiros libres. Los Warriors cometían falta sobre Holiday, que anotaba los dos tiros desde la línea de personal. Atacaban los Warriors faltando 17 segundos y, tras una gran finta de Curry, conseguía anotar un grandísimo triple que ponia a Golden State 105-107. Era el turno de los Pelicans y los Warriors no dudaron en hacer la falta. Esta vez fue sobre Davis, que anotó tan solo un tiro libre. Tiempo muerto de Steve Kerr a falta de 9 segundos para el final y 3 abajo para los suyos. Sacaba Draymond Green y rápidamente Curry tiraba un triple, que fallaba pero que por fortuna Speights cogía el rebote, y el balón era para el mismo, y, a falta de 2 segundos, Stephen Curry anotaba un triple por encima de hasta tres defensores para culminar una histórica remontada de Golden State. Acababa el partido en empate a 108 y nos íbamos a la prórroga.
Comenzaba la prórroga, como no, con un descomunal triple que ponía a Golden State por delante tras tres cuartos sin estarlo. Los aficionados de los Pelicans no sabían como tomarse lo que estaba haciendo Stephen Curry, si aplaudirle o abuchearle. No asimilaban como les habían dado la vuelta tras haber estado venciendo por 20 puntos. New Orleans se mostraba desconcentrado en todo momento en la prórroga, cosa que Golden State aprovechó en todo momento para escaparse en el marcador. Jugada continuada, Harrison Barnes iba a marcar un triple que iba a parecer definitivo para unos Pelicans que no querían tirar la toalla tras el esfuerzo que habían hecho. En la siguiente jugada Draymond Green conseguía un 3+1 para Golden State que iba a sentar como un jarro de agua fría para New Orleans, que tiraba la toalla, dando la victoria a los Warriors por 123-119.
Con esta histórica victoria, Golden State se convierte en el tercer equipo de la historia en remontar 20 puntos en el último cuarto, pasando así el record a 3-356. El próximo partido de la eliminatoria será también en cancha de los Pelicans, en la madrugada del sábado 25 al domingo 26, a las 2:00 (hora española). Si los Warriors consiguen la victoria, pasarán a las semifinales de conferencia.
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