El Pizjuán se visitió de gala, como acostumbra en las grandes citas, y Emery hizo lo propio sacando un equipo ofensivo, Marcelino hizo lo propio lo que hacía pensar que en el partido iba a haber goles, y no decepcionó en absoluto, eso sí, todos llegaron en la segunda mitad.
La primera parte fue un dominio alterno de ambos equipos, el Villarreal empezó dominando, como era de esperar, pero el gol no llegaba, y el Sevilla, viendo dicha desesperación, se apoderó del balón, y apretó, sin dar un solo respiro a los groguets, así acabaría la primera mitad, sin goles, y con un Villarreal que veía como la eliminatoria se le ponía muy cuesta arriba.
La segunda mitad empezó como la primera, y el Villarreal con la entrada de Gio adquirió más presencia ofensiva, mas el primer gol fue de color rojiblanco, Bacca que acababa de ingresar en el terreno de juego, ponía un pase de la muerte para Iborra que no lo desaprovechaba, Nervión respiraba más tranquilo, la eliminatoria podía estar sentenciada.
Aunque no fue así, ya que unos minutos más tarde,una falta que provocaba Vietto, en una jugada aislada del partido, se convirtió en la esperanza del Villarreal, que por momentos creyó en la remontada, el ejecutor de la falta fue Giovani, que disparó al palo de la portería de Sergio Rico, pero inalcanzable para el cancerbero español.
El Villarreal buscaba el segundo, pero el central marfileño, Bailly rompió el partido, una falta tan innecesaria como dudosa hizo que viera la segunda amarilla y dejara a su equipo con uno menos, minutos después el Sevilla sentenciaría con un tanto de Denis con la testa, a pase de Trémoulinas.
Los andaluces se llevaron el partido, y con ello la eliminatoria, mientras el Villarreal cayó, pero no defraudó, el resultado global no muestra los grandes partidos que nos brindaron ambos equipos, el Sevilla busca rival en cuartos, el Villarreal le tocara esperar hasta el año que viene para volver a intentarlo.
Redactado por Miguel Castells
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