Se enfrentaban en la capital castellano-leonesa dos equipos muy bien situados. El Valladolid, por una parte, llegaba tras tres partidos seguidos sin perder, queriendo mantenerse en los puestos de playoff de ascenso, y, por su parte, el Leganés quería buscar una victoria que le diera una pequeña esperanza para intentar llegar a la sexta posición. El partido lo arbitraría Muñoz Mayordomo ante una intensa lluvia.
El partido comenzó muy eléctrico, con un Valladolid quería buscar la victoria desde el primer minuto, y así lo demostró. Su primera jugada llegó tras un saque de esquina cabeceado por Marc Valiente que respondió muy bien el meta visitante. El Leganés tuvo la primera oportunidad en un gol anulado a Chuli por fuera de juego claro, pero que enfadó a los dos equipos porque el asistente y el árbitro tardaron demasiado tiempo en pitarlo. Cuando solo quedaban 5 minutos para llegar al descanso de la primera parte, Hernán Pérez colgó una falta al área, Óscar cabeceó y Álvaro Rubio solo de marca hacía el primer gol del partido, que iba a darle un respiro al Valladolid y meter en problemas ante una posible remontada del equipo pepinero. Al filo del descanso, el delantero del Leganés volvía a coger la espalda a los centrales vallisoletanos y plantándose en un mano a mano contra el portero, iba a enviar el balón fuera, también debido a las condiciones meteorológicas del partido.
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