Redactado por Celeste (@Celtaamuerte).
Se retira Borja Oubiña, que pasará a ser una leyenda del Celta, un gran jugador al que las lesiones le han impedido ser el jugador que quería llegar a ser. Se despide también aquel chaval con una gran madurez que comenzaba a dar sus primeras patadas a un balón en el Moledo. 'Desde niño era distinto, se veía a una persona mayor jugando al fútbol' son declaraciones de un compañero suyo en el Celta.
El viernes dio una rueda de prensa en Balaídos, estuvo apoyado en todo momento por sus compañeros, presidente y cuerpo técnico. Se despidió del Celta tras haber estado 12 temporadas en el equipo y dejó el fútbol a los 33 años. Después de esta lesión de rodilla que le impide dejar el fútbol, como se merecía. en el terreno de juego, y que le ha mantenido fuera de los terrenos de juego toda esta temporada.
Pero volvamos a los inicios del joven Oubiña. Su primeros pasos fue en el Moledo, en el cual, como dijo Borja en una entrevista a País 'jugaba escondido, con la ficha de otro, debido a que para disponer de una necesitabas tener los 7 años.' Después llegó al Gran Peña. En ese club ya se empezaba a ver lo que podría llegar en un futuro. 'Cuando estábamos entrenando con los benjamines, el siempre se fijaba en lo que hacían los alevines. Ya de pequeño era muy superior,un adelantado', decía Pablo González Pereira, un compañero que coincidió con él en el club de Lavadores.
En los primeros años, Oubiña comenzaba a ser un crack en su posición, la de centrocampista, pero no solo jugaba en ese puesto. 'Jugaba de todo, abarcaba todo el campo' comenta Pablo González. Y también mostraba otra de sus características: hacer jugar a sus compañeros. 'Con él en el campo era muy fácil marcar goles como churros'' bromea su ex-compañero.
Borja era distinto en el campo y cuando estaba fuera de él. Y con el paso del tiempo esto fue creciendo. Todo lo que se suele decir de un jugador de fútbol no se puede comentar de él. 'Siempre ha sido una persona muy seria, muy responsable, le gustaba cuidarse y estaba totalmente centrado en el fútbol. También tenía otras aficiones, pero mientras otros se iban de fiesta el se preocupaba por cuidarse. Siempre lo ha tenido muy claro', nos dice Jacobo Compos, ex compañero del Gran Peña y del Celta.
Su personalidad le ha llevado a sobre ponerse de todos los malos tragos que le dio el fútbol. En cada conversación, en cada rueda de prensa, demostró que tiene sus ideas, que no le gusta eso de dejarse llevar. Y siempre gracias al esfuerzo y sacrificio, consiguió llegar al primer equipo, en un época en la cual el filial no era utilizado.
Su primer partido con el Celta llegó cuando él solo tenía 21 años, con una fuerte lesión de rodilla ya en el pasado. El 29 de octubre de 2003, Lotina le hizo debutar contra el Valencia en Mestalla. Fue la estrella en el año más difícil para el Celta, jugó en la Champions, pero ese año el Celta baja a Segunda División. En la Liga Adelante, Borja se hizo el héroe de ese equipo que él dirigía con su batuta. El Celta vuelve a Primera, pero desciende otra vez en el verano de 2007.
Oubiña ya fue convocado por Luis Aragonés y esperaba estar en la eurocopa que nos dio la gloria, por lo que no era bueno que estuviese jugando en Segunda. Fue cedido al Birmingham City en la Premier League. Y el azar fue muy duro con él. En el segundo partido que jugaba, el primero que salía desde el inicio, sufrió un choque de un jugador del Liverpool, Dirk Kuyt, lo que le provocó que se rompiesen los ligamentos de su rodilla izquierda. Su estancia en Inglaterra terminó y volvió a su club, al Celta.
Esta recuperación fue todo un vía crucis, ya que duró 3 años. Una persona que no tuviese su fuerza, ni se hubiese cuidado, no lo soportaría. De hecho, nadie hablaba ya de su regreso, pero él lo consiguió. Borja se volvió a convertir en el protagonista en la división de plata. Evidentemente, le faltaba ritmo, sus condiciones eran bajas, pero lo reparaba con madurez y con su clase.
En este año, en agosto se entregó a una artroscopia para que minimizase sus problemas en la maldita rodilla izquierda. Pero en esta caso, la vuelta a los terrenos de juego no fue posible. y todo su esfuerzo por volver no tuvo el premio deseado. Y este Sábado dijo adiós sin poder vestirse de corto. Una lástima. Pero tuvo el apoyo de su afición y de sus compañeros y rivales. Tuvo el privilegio y el honor, de ser el primero en vestir la camiseta del Celta para la nueva temporada 2015/2016.
Después de todos estos momentos, los celtistas solo tenemos palabras de agradecimiento por habernos dado tanto, pero también tenemos una tristeza porque sabemos que podrías habernos dado muchas más alegría si las lesiones te hubiesen respetado. Por todo esto y mucho más, gracias capitán.
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