Redactado por Aitor Bris (@aitorBP_09)
El Sevilla consigue hacer en historia en Varsovia tras derrotar al Dnipro en una loca y bonita final. Llega la cuarta Europa League al Sánchez Pizjuán convirtiéndose así el equipo hispalense en el club con más Copas de la UEFA de la historia.
La finalísima de la UEFA Europa League llegaba más tarde que nunca para enfrentar a dos clubes con una historia un tanto contrastada en la competición. El Sevilla volvía una final apenas un año después alcanzar la copa en Turin, siendo en Varsovia por tanto el defensor del título. En el lado opuesto, el humilde pero valiente Dnipro Dnepropetrovsk ucraniano. Un equipo por el que nadie daba un duro y que ha acabado llegando a una final y muriendo de pie con la cabeza en el Nacional de Varsovia.
El Sevilla se plantó en la gran final después de quedar por detrás del Feyenoord en una fase de grupos donde pasó como segundo, obligando a enfrentarse al Mönchengladbach alemán, pasaron y en octavos se enfrentarían al Villarreal, después tocaría el Zenit, para acabar derrotando y goleando en semifinales a la Fiorentina.
El equipo de Markevich se plantó en la fase final tras quedar también en segunda posición de su grupo, un grupo que dominó el Inter. En dieciseisavos se enfrentarían a un equipi Champions como es el Olympiakos, club al que vencieron para enfrentarse y vencer posteriormente al histórico Ajax. En cuartos eliminaron al Brujas y se plantaron en semifinales como la cenicienta para hacer la machada y eliminar al todopoderoso Napoli y plantarse así en su primera final europea de la historia.
El partido a priori se veía como un puro trámite para el Sevilla, un pequeño escollo antes de tocar la preciada copa, pero no fue así. El equipo ucraniano había llegado a la final por méritos propios y lo demostró. Una defensa bien colocada y un ataque rápido perfecto para contragolpes y un gran rematador como Kalinic.
En el partido se pudo ver un amplio dominio del balón por parte del cuadro hispalense. Los ucranianos esperaban un fallo para recuperar el balón en su campo y montar el contragolpe, una gran estrategia la de Markevich teniendo en cuenta que los ucranianos presionaban en su campo forzando esa pérdida.
A pesar del dominio sevillano, el cuadro de Emery tuvo un contratiempo demasiado pronto. Reyes cayó en un mano a mano y se protestó penalti, en la jugada siguiente el Dnipro montó una gran contra aprovechando la velocidad de Matheus por la banda que centró al corazón del área para que Kalinic rematase con la cabeza al fondo de la red poniendo el 1-0 y dando la sorpresa en el Nacional de Varsovia.
Al Sevilla entonces le entraron las prisas, tocaba rápido pero sin ideas, los nervios comían la moral de los jugadores cuando aún restaban algo más de una 70 minutos, un mundo. Emery pidió cabeza y calma, y eso fue respondido a base de ocasiones.
Los nervios se cerraron cuando el equipo español tuvo dos ocasiones prácticamente seguidas, eso subió el ánimo en los jugadores, y a la tercera fue a la vencida. Un balón muerto al borde del área fue recogido por Krychowiak que amagó hacia la derecha a su par y acto seguido disparó para poner el empate en el marcador.
Ese gol supuso un jarro de agua fría para el equipo de Markevich, y ese momenti de shock fue aprovechado apenas dos minutos después del gol del polaco Krychowiak. José Antonio Reyes se inventó un genial pase al hueco al que llegó Bacca que con un toque sutil regateó al portero del Dnipro Boyko para posteriormente disparar a portería vacía consumando así la remontada sevillista.
Poco después un genial tiro de Konoplyanka desde fuera del área que se colaba por la escuadra fue atajado con una increible estirada del portero convocado con la selección española Sergio Rico.
Al borde del descanso el propio Sergio Rico erró en la colocación ante una falta lanzada por Rotan. Esta vez el capitán del Dnipro no falló mandando el balón por encima de la barrera en una magistral falta al palo corto para dar emoción al partido cuando ya estaban todos yéndose al túnel de vestuario.
En la segunda parte la dinámica no cambió, el Sevilla siguió acosando la portería de Boyko con el balón como principal valedor del ataque, el Dnipro buscando la velocidad de sus extremos para poder hacer la machada en la portería de Rico.
El Sevilla tenía las ocasiones más claras del encuentro, pero unas veces la falta de puntería, y otra veces el muro en el que se había convertido Boyko frenaban la llegada del tercero para el cuadro andaluz.
Pero en una jugada rocambolesca, Vitolo fue el más listo de la clase y cazar un balón muerto al borde del área que entregó al colombiano Carlos Bacca que no falló en el mano a mano contr Boyko cruzando el balón y poniendo así el 2-3. El propio Bacca cerca estuvo de redondear la noche con un hat-trick en un cabezazo que paró Boyko con mucha suerte tras un centro de M'bia.
Tras el gol de Bacca llegó la tensión y los homenajes en los cambios, pero lo que era una fiesta a punto estuvo de convertirse en tragedia. Cuando Banega iba a ser sustituido, en el otro lado del campo Matheus del Dnipro caía fulminado al césped. El Nacional de Varsovia quedó enmudecido y malos recuerdos afloraron en la cabeza de muchos aficionados. Afortunadamente se ha conocido que el jugador no tiene más que una fractura de nariz.
Con el susto en el cuerpo pero con el resultado a favor Martin Atkinson decretó el final del encuentro. El Sevilla ganaba su segunda Europa League de forma consecutiva. Al igual que en Glasgow y Eindhoven, solo un año separó el alzamiento del trofeo. El cuadro hispalense se convertía así en el equipo con más trofeos de Europa League al tener 4 en sus vitrinas superando en una a Inter, Liverpool y Juventus ambos con 3.
Premio especial además para el Sevilla y para todo el fútbol español al clasificarse para la fase de grupos de la UEFA Champions League y sumar hasta 5 equipos españoles que jugarán la próxima temporada dicha competición.
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