El partido disputado ayer en el Chesapeake Energy Arena, que tenía visos de ser uno de los mejores partidos del año, se quedó descafeinado con la baja del rey Lebron James, que no fue conovado debido a unas molestias en su rodilla, que nos impidió ver el duelo entre posiblemente los dos mejores jugadores del planeta basket, contra Kevin Durant, que, también hay que decir, que se le ve falto de ritmo y de acierto tras su lesión. Aunque una versión buena del alero de los Thunder fue suficiente para ganar a unos Cavaliers con muchos problemas en el juego interior, tanto en defensa como en ataque.
El partido comenzó con bastantes imprecisiones por parte de los dos equipos, pero los Cavs fallando un poco menos, lo que les permitió ir por delante en el marcador durante varios minutos, esto sumado a la falta total de puntería de Oklahoma, y al bajo estado de forma de Durant, condujo a los visitantes a ponerse con diferencias que rondaban los 10 puntos a mediados del primer cuarto (10-20). El duelo de aleros se convirtió en un duelo de bases, con Westbrook acaparando la anotación de los locales y Kirie Irving de los visitantes, duelo que siguió hasta el final de cuarto, que acabó con diferencia de 8 puntos a favor de Cleveland (18-26).
El segundo cuarto empezó con aires renovados para Oklahoma, con Durant intentando entrar en ritmo metiendo un par de canastas, pero el acierto nulo en triples de los Thunder, los condenó a seguir por debajo en el marcador varios minutos. Ante la falta de acierto defensivo y ofensivo, Scott Brooks, entrenador jefe de los Thunder pidió tiempo muerto, lo que sirvió para reducir definitivamente la desventaja, a través de cargar el juego interior, una autopista libre para todos los jugadores, hasta Westbrook hizo un mate con el permiso de un Anderson Varejao muy blando en defensa. Cuando faltaban pocos minutos para el descanso, el partido llegó a igualarse, con ventajas de uno o dos puntos que se alternaban para ambos equipos. De esta forma llegaron al final del segundo cuarto, empatados a 47 pero con Oklahoma en plena remontada. También cabe destacar que en una de las últimas acciones de la primera mitad estuvo a punto de llegar el desastre para Cleveland, en una acción entre los dos mejores del partido, los dos bases, Irving realizó un muy mal apoyo tras chocar con Westbrook, que apunto estuvo de acabar con su rodilla, pero afortunadamente no fue nada y pudo seguir jugando desde el primer minuto del tercer cuarto.
El descanso pareció no cambiar nada, porque el tercer cuarto siguió con la misma dinámica de intercambio de canastas de los dos equipos, que no permitían a nadie abrir hueco. Pero el cambio de rumbo llegó en la mitad de este cuarto, con el partido empatado a 57, varias buenas defensas, y el acierto en triples que llegó por fin a los locales, consiguieron sacar una ventaja de 8 puntos en dos minutos (78-66). Esta diferencia se fue ampliando poco a poco, llegando a los 12 puntos al final del tercer cuarto, gracias a varios triples de sus estrellas, Westbrook y Durant, y la inestimable ayuda de Anthony Morrow, que también enchufó varios triples seguidos.
El comienzo del último cuarto pareció indicar que el partido se había acabado, con un acierto brutal de los exteriores de Oklahoma en los tiros de larga distancia, que llegaron a poner la distancia en 20 puntos (86-66), cuando quedaban 10 minutos de partido, con varios triples seguidos de Reggie Jackson y Anthony Morrow. Pero los Cavs no querían dar el partido por perdido, y con 2 triples seguidos de Irving y Dellavedova, iniciando el intento de remontada Pero la diferencia se mantenía en torno a los 15 puntos (91--76) a mediados del último cuarto. pero Oklahoma bajó su ritmo anotador por una buena defensa visitante.
El problema se acentuó con la expulsión de Serge Ibaka con 6 faltas
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