QUINTETOS INICIALES
Oklahoma: Russell Westbrook (18) - Andre Roberson (1) - Perry Jones (10) - Steven Adams (11) - Serge Ibaka (26)
Dallas: Monta Elllis (18) - Chandler Parsons (26) - Dirk Nowitzki (30) - Jose Juan Barea (9) - Rajon Rondo (15)
El encuentro disputado ayer en el American Airlines Center de Dallas, Tejas, que enfrentaba a los quintos y los décimos de la conferencia oeste, Dallas Mavericks y Oklahoma City Thunder, demostró la competitividad de los de Oklahoma contra un equipo que según las apuestas, es uno de los favoritos al anillo, pero que dejó claro que le falta un factor determinante en los momentos decisivos, como lo fueron en Dallas, el veterano Dirk Nowitzki (30 puntos) y Chandler Parsons (26 puntos), que no encontraron respuesta en Westbrook (18 puntos), pero sí en Serge Ibaka (26 puntos), aunque no fue suficiente.
Los dos equipos se presentaron con bajas importantes, la conocida de Kevin Durant de los Thunder, que lleva ya 10 días en el dique seco, y la baja a última hora de Tyson Chandler, el pívot titular de Dallas, que obligó a Rick Carlisle a apostar por un juego de hombres pequeños, con cinco hombres en el perímetro, que a la postre le sirvió para llevarse la victoria ante un equipo que no termina de arrancar, y que todavía está a 3 victorias de los play offs.
El partido empezó con los Mavericks muy acertados desde el perímetro, incluyendo tiros de 2 y de 3, realizados por Monta Ellis y Dirk Nowitzki, que empezaron a hacer estragos en la defensa de los Thunder, por lo que Scott Brooks tuvo que realizar rápidamente el primer cambio, Reggie Jackson entró por Andre Roberson, que dejaba el campo con 8-14. El festival de lanzamientos de Dallas continuó, y fue esta vez Chandler Parsons quién encestaba desde el triple dos veces seguidas y aumentaba la ventaja a puntos, mientras esto pasaba, Oklahoma parecía no enterarse de qué iba la cosa, y combinaban algunas canastas con pérdidas tontas, que aprovechó Parsons para exhibirse y ponerse con 15 puntos, con lo que el marcador reflejaba un 22-31 contundente y justo a lo ofrecido por ambos equipos. De aquí al final de cuarto dio tiempo a un intercambio de canastas que permitió a los visitantes reducir ligeramente la ventaja (27-33) y comprobar que Westbrook no estaba nada fino.
El comienzo del segundo cuarto trajo consigo la mayor ventaja a favor de los locales, tras pérdida de Ish Smith y un triple de Nowitzki (26-38), lo que obligó a pedir tiempo muerto al entrenador de Oklahoma.
El tiempo muerto pedido por Scott Brooks empezó a dar sus frutos muy pronto, ya que los suyos fueron reduciendo poco a poco la distancia, hasta que con un dos más uno de Kendrick Perkins se pusieron a 2 (42-44) a 6 minutos de la conclusión del cuarto. Los Thunder siguieron peleando, y pronto llegaría el primer liderato del partido (52-51) tras la primera canasta en juego de Russell Westbrook y después robo y contraataque del mismo, que culminaba un parcial de 17-6. A partir de ahí empezó un partido distinto, Oklahoma se quedó 4 minutos sin anotar, lo cual, lo aprovecharon los Mavericks para volver a irse en el marcador 52-60, aunque los Thunder volvieron a despertar, y consiguieron acercarse un poco antes del descanso (58-64).
El tercer cuarto empezó mal para los visitantes, con Dallas adelantándose en 8 puntos (60-68), pero Oklahoma seguía resistiendo, y volvió a acercarse, para después llegar a adelantarse con 4 puntos seguidos de Westbrook, que puso el 73-72 en el electrónico, todo a pesar de la mala noche de los Thunder en tiros libres, 12 metidos de 19 intentados. El encuentro seguía igualado, debido, principalmente, a que el buen ataque de los visitantes se veía afectado frecuentemente por las pérdidas de balón de sus jugadores, lo que permitía a Dallas anotar muchos más puntos al contraataque de lo que es normal, pero, por si no fueran pocos los regalos que le hacían a los Mavericks, los jugadores de Oklahoma deperdiciaban la mayoría de oportunidades de contraataques que les brindaban las muchas pérdidas del equipo de Rick Carlisle. Encaminados hacia el final del cuarto, el panorama parecía empezar a sonreír a Oklahoma, que fue aumentando lentamente su ventaja, gracias al acierto exterior de Ibaka, que les colocaba con 5 puntos arriba al término de los 12 minutos (88-83) y dejaba a Nowitzki cerca de la eliminación con su cuarta falta.
El partido se puede resumir en pocas cosas, primero, las excesivas pérdidas (11 en total) y mala dirección de juego de los bases de Oklahoma, segundo, la espantosa noche en el tiro de Russell Westbrook, que estuvo practicamente desaparecido todo el encuentro, con un 6 de 23 en tiros de campo, y tercero, el factor desisivo que todavía, a sus 36 años, supone Dirk Nowitzki, que no pierde la calidad y la efectividad de sus lanzamientos. Pero también debemos hablar de que la partida en los banquillos la ganó claramente Rick Carlisle, que, con su variante de juego sin pívots, hizo mucho daño a Oklahoma, y que Scott Brooks no fue capaz de resolver en ataque y defensa, lo que les costó el partido a los Thunder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario