Un error de Cobeño metió en el partido al Valencia después
de que el Rayo fuera mejor en una gran parte del partido. Los de Paco Jémez se
adelantaron por medio del joven Álex Moreno y no sufrieron demasiado hasta que
un error clamoroso de su meta a la hora de atajar un balón sencillo acabó con
Paco Alcácer empujando el balón al fondo de las mallas. Con el empate, el
Valencia fue a por más y consiguió su segundo tanto por medio de De Paul, el
mejor de los ché.
Saltaron al campo los 22 jugadores y tal y como se preveía,
las alineaciones de la ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey estuvieron plagadas de suplentes. El dominio de la primera
mitad fue para un Rayo Vallecano que salió con su chispa habitual y una presión
brutal a la salida de balón del Valencia. A pesar de esto, los de Jémez no pudieron
crear ocasiones claras porque la defensa Mustafi-Otamendi estuvo a su nivel
habitual y no permitieron peligro cerca del ayer meta del Valencia, Yoel. La
poca intensidad del Valencia tuvo su castigo y, tras un mal despeje de Orban a
la salida de un córner, Álex Moreno aprovechó su ocasión para rematar el balón
al fondo de la red.
Piatti por banda izquierda parecía el más inspirado de los
valencianistas, pero apenas creó peligro al conjunto vallecano. La segunda
mitad continuó por los mismos derroteros e incluso parecía que los locales
podían aumentar su ventaja, pero no acabaron de concretar las dos ocasiones que
tuvieron. Como se suele decir, los errores se pagan y si además de no matar el
partido, Cobeño no acierta a blocar un balón sencillo, las cosas se complican
para el Rayo. El balón suelto que dejó el portero, lo aprovechó Paco Alcácer
que, de esta manera, rompió su sequía goleadora.
Quedaban 20 minutos, pero para ese momento ya había emergido
Rodrigo de Paul, un habitual suplente que ayer demostró que puede tener un
hueco en el once de Nuno. Dejó una jugada para el recuerdo con dos autopases,
pero su asistencia a Piatti no acertó a rematarla el argentino. Con el empate
en sus manos, y con la entrada de Álvaro Negredo, los ché fueron más inconformistas
y se lanzaron a por el partido. Otamendi con un remate de cabeza avisó, pero
fue De Paul a cinco minutos del final quien aprovechó una gran asistencia de
Filipe para cruzar el balón y poner el 1-2 definitivo. Habrá que esperar al
partido de vuelta en Mestalla, pero con el resultado de ayer, parece que el
Valencia tiene un pie metido en octavos de final.
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