FC Basel 0 - 1 Real Madrid. El gol de Cristiano dio la victoria a un Madrid sin brillo

Redactado por Chencho Meléndez (@CMFoficial)


El partido de la quinta jornada de Champions que enfrentaba a FC Basel y Real Madrid disputado este miércoles, acabó como se esperaba, victoria del Madrid, pero solo por la mínima, 0-1, con un solitario gol de Cristiano Ronaldo, que no permitió relajarse a los blancos hasta el final.

Cristiano Ronaldo celebra su gol de la victoria al Basilea

En los primeros minutos, el partido empezó bastante tranquilo, y frío, como la noche suiza, que parece que hizo a los equipos entrar más lentamente en ritmo de partido, pues en los primeros 15-20 minutos los dos equipos estaban espesos, y no eran capaces de crear casi ninguna ocasión, más alla de algún tiro desde fuera del área con poca potencia.

La primera ocasión de verdad fue de Cristiano Ronaldo, que realizando una serie de regates se metió en el área y disparó con la zurda sin problemas para el portero.
El equipo madridista se hizo varios minutos con el control de la posesión, jugando casi exclusivamente en el campo del Basilea aunque sin encontrar huecos. Este dominio lo intentó romper el equipo suizo con algún acercamiento, pero justó después, en el minuto 35' llegó el único tanto del partido, a cargo del portugués Cristiano Ronaldo, con una de las pocas jugadas buenas que hizo el Real Madrid en el primer tiempo, con un jugadón de Benzema, por banda izquierda, como un verdadero extremo, llegando a línea de fondo y poniendo el pase de la muerte a Cristiano Ronaldo, que solo tuvo que empujarla dentro, y marcar el gol que le iguala a Raúl Gonzalez como segundo máximo goleador de la Champions, con 71 goles, y a 3 goles de Leo Messi.
La primera mitad terminó con el Basel apretando después del gol para intentar igualar el marcador.


Los segundos 45 minutos empezaron con el mayor control del Basilea, pero el equipo madridista tenía mas ocasiones de peligro, como una falta muy bien tirada y contestada de buena manera por el portero del equipo suizo.
El partido siguió por los mismos derroteros que la primera parte, con mucho dominio del balón y la posesión, esta vez del Basilea, empezando con acercamientos tímidos, pero que cada vez fue yendo a más, con la pasividad del equipo madridista en el juego, y la falta de tensión defensiva, lo que provocó acercamientos cada vez más peligrosos, con dos remates prácticamente consecutivos, el primero de Gashi, con un remate de vaselina de cabeza que intentó superar a Keylor Navas, y el segundo dos minutos después, con una buena jugada de Embolo, que terminó con un mano a mano un poco escorado con Navas, que el costarricense contrarrestó muy bien, con una parada digna de quien estaba sustituyendo, de casillas, un paradón.
En los siguientes minutos se produjeron los cambios, primero entró Illarramendi por Benzema, y después, un cambio del Basilea, se fue Hamouidi y entró Degen.
En los minutos siguientes volvió a crear más peligro el Real Madrid, con una combinación entre Isco y Bale, que el galés mandó al larguero, y dos minutos después una gran contra del Madrid, iniciada por un despeje largo de Sergio Ramos que recibió Coentrao, quien se la dio a Bale, el que a su vez asiste a Cristiano, que esta vez envía la pelota fuera. Siguen produciéndose los cambios, ahora se va el capitán del equipo Suizo, Frei, y entra Marcelo Díaz, y se va Zuffi, por el que sale el japonés Kakitani, para intentar jugar a la desesperada y empatar. Y por parte del Madrid se retiran James e Isco, y entran Marcelo y Nacho, pero qui se produce la anécdota del partido, pues el cuarto árbitro no acierta a poner en el tablón los jugadores que deben ser cambiados, y varios encargados del Madrid le ayudan, pero mientras esto ocurre, saltan al terreno de juego varios espontáneos, algunos hasta grabandose a ellos mismos saltando al campo.
El partido acabó con algún acercamiento más del Basel, pero que no terminó en nada serio para los blancos.

Los jugadires madridistas celebran la victoria frente al FC Basel

Este partido soso y sin mucho futbol sirvió para que el Real Madrid se asegurara su primera posición de grupo y lograra 15 vitorias consecutivas, algo solo al alcance anteriormente de José Mourinho y Miguel Muñoz, y para que el Basilea aún  tuviera opciones de luchar por la clasificación como segundo de grupo con el Liverpool y el Ludogorets, con 2 puntos de ventaja sobre ambos