El encuentro empezó después de ofrecer al público el trofeo de campeones del mundo ganado el pasado mes de diciembre en Marruecos. Este ambiente festivo podría haber afectado a la actuación inicial del equipo, pero a parte de dos acercamientos en los primeros dos minutos del Espanyol, a cargo de Caicedo primero y Sergio García después, no opusieron más resistencia los pericos. En cuanto el Real Madrid se asentó en el terrreno de juego no hubo color, las ocasiones empezaron a llegar y el juego volvió a fluir, a través del dominio del balón, el equipo merengue fue encerrando a los españolistas en su campo, hasta que en el minuto 10 llegó el primer tanto a cargo de James Rodríguez, su primer gol en el Bernabéu, fruto de una combinación maravillosa que empezó Gareth Bale desde la banda derecha, que, con un cambio de juego espectacular llevó el balón a la banda contraria, donde estaba Cristiano Ronaldo (8 asistencias en liga), que lo controló, y dio un pase atrás para que el colombiano batiera por bajo al guardameta Kiko Casilla.
El encuentro siguió por el mismo guión durante los siguientes minutos, el Real Madrid controlaba el balón y el tempo del partido, jugando al toque y ensanchando el campo, por lo que las bandas del Bernabéu se convirtieron en los sitios más activos, donde se sucedían centros laterales unos detrás de otros, pero, además, el Espanyol regalaba muchos balones fruto de la fuerte presión arriba de los madridistas, traduciéndose en contras que no eran aprovechadas por las flechas blancas. De este modo llegamos al minuto 28, en el que Gareth Bale marcó el segundo tanto de la noche, aprovechó una falta de Montañés sobre Isco, a una buena distancia, en el perfil más bueno del galés y a una distancia perfecta. El de cardiff golpeó un tiro libre extraordinario, que superó la barrera y bajó como un misil, que fue a parar a las redes de Casilla, sin ninguna opción de pararlo, después de tocar en el palo derecho.
El Espanyol no quería rendirse tras encajar el segundo, e intentó reaccionar, pero el dominio era abrumador del Real Madrid y no les duró mucho ese ímpetu. El equipo madridista se gustaba, con muchas combinaciones rápidas y precisas que hacían deleitarse a los 75 mil espectadores del coliseo blanco, que pasó un último cuarto de hora tranquilo, frente a unos pericos sin respuesta, que seguían perdiendo balones, y dejando a los merengues el control total del juego, y de esta manera llegamos al descanso.
La segunda parte empezó como la primera, el Espanyol salió decidido a recortar distancias, con varios tiros a puerta y el dominio momentaneo del partido. En este momento de partido se produjo una acción que podría haber animado a los blanquiazules a marcar, pues en el minuto 53, tuvo lugar un choque de trenes entre Fabio Coentrao y Jose Antonio Cañas, en la que el portugués salio peor parado, pues fue expulsado por roja directa al entender el colegiado que había entrado con los pies por delante e intención de hacer daño a Cañas. El Madrid se quedaba con diez y una defensa de 3, por lo que Ancelotti reaccionó rápido a este contratiempo, quitando a James y metiendo a Nacho, de tal modo que Arbeloa pasaba a ser lateral izquierdo, Nacho al derecho, y Bale atrasaba su posición y volvía al centro del campo.Esta expulsión cabreó al publico de Chamartín, que vio como dos minutos después Victor Sánchez entró con los pies por delante a Iker Casillas, haciendole mucho daño al mostoleño, pero que solo se castigó con tarjeta amarilla.
Ya nos adentramos en el último tercio de partido, con el equipo de Carletto con 10 jugadores, y un Espanyol que quería ir a por el partido pero no sabía como, aunque tuvo algún acercamiento que detuvo Casillas sin problemas. El partido se estaba trabando y descontrolando mucho y por ello, el técnico madridista decidió meter a Illarramendi por Benzema, dándole más solidez al centro del campo. El cambio tuvo el efecto esperado, el control volvió a pasar a manos del Real Madrid, y las ocasiones también, primero avisó Varane de córner, y después el peligro lo levó Nacho, subiendo la banda contiuamente, y poniendo buenos centros. Entre tanto, el Espanyol metió todo lo que le quedaba en el banquillo, Stuani salió por Jordá en un intento descarado de ir a por el partido, lo que provocó una mayor debilidad defensiva, que se agravaba por las pérdidas de balón a las que se sucedían las contras del Real Madrid, y en una de ellas se produjo una acción muy polémica, en la que Bale fue conduciendo el balón en una contra que decidió terminar solo, teniendo a Cristiano Ronaldo al lado, que se enfadó mucho con el galés, y provocó los pitos del Bernabéu.
Por suerte para el galés, este incidente se olvidó pronto, porque en el 31' llegó la sentencia del partido, Nacho marcó su primer gol con el primer equipo después de 47 partidos oficiales, en una jugada de lateral a lateral, por la izquierda Arbeloa (lateral izquierdo) centró un balón que llegó a los pies de Nacho (lateral derecho) que definió bien ante Kiko Casilla, y lo celebró como es debido, con toda la alegría de su primer gol oficial.
El Espayol ya iba lanzado y sin control al ataque, pero lo unico que conseguía era perder balones que se traducían en contras que los blancos no aprovecharon para aumentar la renta, gracias en parte a las paradas de Casilla, que respondió bien a los disparos blancos, que ya se tranquilizaron y dieron por bueno el resultado realizando el ultimo cambio, Khedira entró para dar diez minutos de descanso a Kroos, algo que los periquitos también confirmaron, haciendo su último cambio, quitando a Sergio García y metiendo a Abraham. En el tiempo que quedaba solo se produjo algún tiro sin peligro del Espanyol, y la certificación del 3-0 con el final del partido.
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