martes, 9 de junio de 2015

Equipo de primera, directiva de tercera

Una vez finalizada la temporada para el Elche, toca hacer balance de un año difícil, raro e inesperado, no es cuestión de decidir si el resultado final es justo o injusto, pero la realidad es que el Elche contra todo pronóstico es equipo de segunda división, no por resultados, ni por estadio, ni por afición, simplemente por una directiva que no ha sido capaz de afrontar los impagos, y que ha hecho que el club deje de disfrutar de primera. Este fue el camino de esa gloria y a la vez fracaso.


Los ilicitanos afrontaban su segunda temporada consecutiva en primera, y querían que los objetivos fueran distintos a la de la temporada anterior, deseaban un año tranquilo, y la renovación de Fran Escribá, añadida al fichaje del director deportivo, Orta, daban credenciales al proyecto, sin embargo, pronto se sabría que todos los fichajes deberían llegar a coste cero, primer problema del año.


Y ese problema se acentuó en los primeros compases de la liga, los hombres de Fran Escribá no eran capaces de salir del descenso, y perdían partidos clave como el 1-0 en Riazor, los aficionados empezaban a darse cuenta de que iba a ser una gran hazaña conservar la categoría por segundo año consecutivo, y por eso nunca dejaron de apoyar al equipo, y pronto llegó la recompensa.

Punto de inflexión, partido en San Mamés, un equipo que con la soga al cuello se enfrentaba a los siempre temidos leones en su propio estadio, pero dejaron el adjetivo de leones para otra ocasión, convirtiéndoles en inexpertos cachorros, el Elche venció 1-2 y empezaba a ver una luz al final del túnel, la salvación era posible, solo era cuestión de creer.


Y vaya si creyeron, la segunda vuelta de los ilicitanos hizo olvidar todos los problemas de la primera, hasta el punto de estar salvados 4 jornadas antes, partidos como el 1-0 a la Real Sociedad o 4-0 al Deportivo levantaban el Martínez Valero, mas parecía que a los propios aficionados se les había olvidado donde estaba el verdadero problema de la salvación, el éxtasis les impedía ver que había una plantilla que llevaba 4 meses sin cobrar, y eso se tradujo en un descenso.

Fueron héroes, consiguieron poner a una ciudad entera a sus pies, jugadores cedidos jugaban el partido como si fuera el último, y nunca ninguna protesta sobre los salarios, porque sabían que por encima de todo se encontraba el Elche, sin embargo parecía que había una persona que no comprendía lo que significa este escudo, Sepulcre. Los ilicitanos sigue peleando por esa plaza en primera, pero es muy complicado que la reconquisten.

Redactado por Miguel Castells (@CastellsMiguel)

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