Pocos presidentes han tenido la incidencia de Amadeo en la historia del club, y muy pocos se han despedido entre lágrimas, diciendo por activa y por pasiva que llevan al Valencia Club de Fútbol en el corazón, bendito 4 de junio de 2013 en el que llegaste, siendo empresario y a la vez máximo accionista del club, tuviste el respaldo del 93% de los accionistas, con la idea de dejar atrás la etapa corrupta de Manuel Llorente, y vaya si lo hiciste.
Llegaste a un Valencia endeudado con Bankia, que no podía pagar ni un solo céntimo de dicha deuda, intentaron por todos los medios acabar con nosotros, pero tú luchaste por mantener a flote al club, luchaste a través de GloVal, intentabas refinanciar la deuda, y por encima de todo, deseabas el bien al equipo de tu vida, pero la situación llegó a su límite, era imposible afrontar la deuda, y ahí apareció Lim, hubieron muchas ofertas, pero Salvo eligió la adecuada.
Con la llegada del singapurense, se pudieron afrontar los pagos a Bankia, y eras recibido como un verdadero ídolo en Mestalla, hacía muchos años que un presidente era aclamado por su afición día sí día también, incluso ver camisetas con el nombre de Salvo detrás, habías devuelto la ilusión a Mestalla y como tal se hizo un equipo campeón, tu lucha y brega valió la pena, porque ver el estadio lleno durante la temporada es lo más bonito que puede sentir un aficionado/presidente.
Nadie sabe si volverás, ni si el hecho de hacerlo es el adecuado, pero esperamos volver a ver a ese aficionado de antes, el que era peñista, y el que nunca ha dejado de sentir el latido del Valencia en su corazón, porque ya eres parte de nuestra historia, quien sabe donde estaríamos ahora mismo sin ti querido aficionado. Todo tiene un fin, pero tu presidencia será recordada, maldito 1 de julio de 2015, fecha triste para tus fieles seguidores de Mestalla.
Redactado por Miguel Castells (@CastellsMiguel)
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