jueves, 16 de julio de 2015

Rodrigo Caio: la maldita rodilla derecha!

Redactado por Fernando Rosés (@Imsolofer)

Este joven central brasileño ha vivido este ultimo verano una de las situaciones más anómalas que se recuerdan  en nuestro fútbol. Hace casi un mes el Valencia CF anunciaba un acuerdo con el Sao Paulo por el traspaso del jugador. El traspaso se haría oficial tras los exámenes médicos y la firma de ambas partes. Pero fue en estos exámenes donde se torció la operación cuando servicios médicos del club desaconsejaron la operación. Tras el no Che, el jugador recaló en el Atlético de Madrid, que aceptó hacerse con sus servicios pero en calidad de cedido, a lo que Rodrigo se negó.




El italobrasileño nació el 17 de agosto de 1993 en Dracena. A los 12 años su talento le llevaría a recalar en la cantera del Sao Paulo. Tan solo 3 años después su carrera futbolística se vería truncada quien sabe si para siempre: con 15 años, Rodrigo sufrió una grave lesión en su rodilla derecha de la que afortunadamente se recuperó un año después. Sin embargo al estar en plena etapa de crecimiento esa lesión provocó una anomalía en el desarrollo de esa rodilla, hecho que 6 años después ha impedido su salto a Europa.

Caio es ante todo un jugador polifacético. Pese a ser central su buen toque de balón y sus habilidades con el pase le permiten también jugar de medio centro e incluso de lateral diestro. Además su buen criterio a la hora de repartir juego hacen que jugar en el centro del campo le resulte muy natural.


Su 1,82m y sus 70kg no hacen de él un central muy contundente pero a cambio posee un gran talento para adivinar el pase del rival y suele ser muy preciso a la hora de recuperar el balón. También cuenta con un buen salto que le permite ganar balones aéreos en ambas facetas del juego.

 En una época donde escasean los centrales de calidad, Rodrigo Caio está llamado a jugar en Europa, o al menos lo estaba hasta esa condenada lesión de la rodilla derecha. Pronto comprobaremos si su talento es capaz de superar tan duro handicap y cruzar finalmente el charco.

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